Apuntalemos dos ideas que tú y yo ya sabemos:
En internet puedes encontrar oro puro.
En internet puedes encontrar pura mierda.
Ambas afirmaciones son correctas porque el mundo online, al igual que tú y que yo, también es contradictorio. Si estás de acuerdo con la primera o con la segunda dependerá, en una pequeña parte, de cómo bucees entre esta marabunta de información.
Y digo pequeña porque, en realidad, muy poco depende de ti casi nada pero hoy el email no va de eso.
Te presento una idea que me presentó mi algoritmo de instagram hace poco y viene del actor/divulgador @taramona.
He basado esta imagen en un diagrama suyo en el que explica, según él, por qué nos “equivocamos” a la hora de elegir carrera profesional.
Mira:
Estos monigotes están a punto de decidir su carrera profesional.
El de la izquierda quiere ser juez y llegar a serlo significará que su camino de intereses se debe estrechar... tendrá que despojarse de muchas de sus capacidades y talentos para poder concentrarse en lo que realmente quiere.
El de la derecha va averiguando y mejorando qué talentos y habilidades tiene. Empieza con la lectura, más tarde aparece la música, sigue estudiando sobre otros intereses no relacionados… Después de mucho investigar, junta todo lo que sabe y crea una profesión: productor musical.
Entonces, ¿se equivoca el juez o el productor?
Según se deduce del vídeo de Taramona, el productor va mejor encaminado.
Bajo mi punto de vista, uno no es mejor que otro, pues ambos son necesarios en la sociedad. Lo que sí tengo claro es que el mercado laboral facilita la vida al primero.
El especialista es muy necesario porque el mercado requiere de gente con conocimientos muy específicos, que sepan solucionar problemas muy concretos.
Por eso la gente estudia carreras, para llegar a tener un puesto muy exitoso —es decir, valorado por el mercado— y ganar entre muy bien y un pastizal.
Hasta ahí todo correcto.
Pero
cuando ya tienen la boda, la casa, el bmw, los viajes, los hijos… cuando ya lo tienen todo, buscan en sí mismos y sienten que no tienen nada.
El vacío.
En mis idas y venidas por diferentes países y trabajos he conocido a mucha gente que se ha caído de la pirámide de Maslow después de llegar a la cima.
Mi conclusión con ellos es que antes lo querían todo y ahora prefieren no tener nada.
De algunos podría darte datos concretos porque han hecho su vida pública a través de las redes sociales, lo han dejado todo y se han largado a viajar.
De otros…
Siguen en esa rueda, vacía, esperando a que el dolor vaya frenando.
Por mi parte, no vengo a contar la intimidad de nadie, ni la mía. Esto no es MrWonderfulismo, escribo sobre la vida.
A este rincón vengo a hacer muchas preguntas que tienen que ver con el individuo —contigo, conmigo— y con la sociedad. Me baso en anécdotas y contextos comunes a todos los mortales, para quitar y bajar capas.
Hasta llegar al núcleo.
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