La carrera profesional, ¿es un mito?
¿Tú tienes una carrera profesional, o lo tuyo sólo es trabajo?
Breve recordatorio de qué es Experimentando: textos que, por separado, se sostienen por sí mismos pero que, en conjunto y a vista de pájaro, oscilan sobre la creación de la identidad y buscan el pensamiento crítico.
Entonces, ¿tú tienes una carrera profesional, o lo tuyo sólo es trabajo? Veamos.
Tu autobiografía.
En cartas anteriores quedamos en que lo de ordenar tus sentimientos, experiencias y querencias forma parte de tu narrativa —de tu memoria—, de cómo te cuentas las cosas. Todos lo hacemos, unos con más intensidad, los creativos, y otros con pesadumbre, los pesimistas.
Hoy nos vamos a quitar de en medio las etiquetas y nos centraremos en tu CV, porque tu profesión es parte indisoluble de tu identidad.
¿Tú por qué trabajas, y para qué?
Lo importante, el dinero
Ya me gustaría decir algo más romántico, pero me llegó la factura de la luz, se me rompió la caldera y al coche hay que cambiarle los neumáticos. Que sí, es la pasta la que nos motiva y resulta esencial en este sistema capitalista. Porque por dinero se madruga, por dinero nos comemos horas de retenciones, por dinero ponemos buenas caras al jefe de turno…
—¡El dinero no da la felicidad!
…dices mientras me miras a los ojos y yo veo en tu cartera la Visa Oro y en tu banco ya no hay hipoteca…
El dinero no da la felicidad, da tranquilidad.
Trabajas para crecer en tu carrera profesional…
¿y trascender?
Ejem.
¿Quién dice que transitar ese camino previamente marcado y llegar hasta la cumbre te enriquecerá personalmente?
Es el mercado laboral quien lo decide.
Es al sistema a quien le interesa que llegues… ¡si eres de los que llegan! En lo más alto hay reconocimiento externo, seguro. ¿Pero reconocimiento interno?
¿Qué capacidades y talentos has desarrollado para llegar hasta ahí? ¿Has desarrollado todo aquello que te hubiera gustado?
¿O te has convertido en un juez a quien se le daba bien tocar el saxofón en su época de bachillerato pero ya ni te acuerdas de cómo soplar porque dejaste de hacerlo en el camino a tu tribuna y ahora que tienes 50 años has sacado el saxo del armario de tu chalet y sientes que te falta el aire?
Tener un buen trabajo es interesante, pero no lo único.
A mí me gusta decidir, o al menos que parezca que decido, qué quiero hacer, con quién y cuándo.
—¡Ay, la pobre se cree libre!
Mira, vecino, no me toques la libertad, que la tengo ahí aparcada a la sombra…
P.D. ¿Qué tal te ha ido esta semana en el trabajo? ¿Tu mochila laboral es de trekking, o lo tuyo es una riñonera?
Me ha encantado el texto, Beatriz. Me resuena muchísimo. Nos leemos 😉
Interesante 😊